- About
- Affiliates
- Join
- Publications
- Estuaries and Coasts
- CERF's Up! Quarterly Bulletin
- Coastal & Estuarine Science News (CESN)
- CERF-Lit
- Advertising
- Programs & Events
- Inclusive Culture
- Communities
CESN Main PageCoastal & Estuarine Science News (CESN)Coastal & Estuarine Science News (CESN) es una publicación electrónica gratuita, que brinda resúmenes breves de artículos seleccionados de la publicación científica Estuaries & Coasts, que hace énfasis en las aplicaciones de gestión de los hallazgos científicos. Usted puede recibir las futuras publicaciones en el buzón de su correo electrónico cada dos meses ¡Regístrese hoy mismo! 2016 Junio (Español)ContentsAlgunos Tipos de VAS Poseen la Capacidad de Autorecuperación Algunos Tipos de VAS Poseen la Capacidad de Autorecuperación Los lechos saludables de VAS demuestran ser resilientes a las tormentas e, incluso, pueden contribuir con su propia recuperación Es quizás debido a que los efectos del cambio climático son, cada vez, más obvios, que el concepto de resiliencia ecológica viene recibiendo mucha atención e investigación de parte de los encargados de la gestión costera. Ante esto, cabría preguntarse ¿acaso los ecosistemas costeros pueden reducir o recuperarse de agentes estresantes relacionados con el cambio climático como el aumento del nivel del mar y las grandes tormentas? Según un reciente estudio de un lecho, grande y saludable, de vegetación acuática sumergida (VAS), realizado en la parte superior de la Bahía de Chesapeake (EE.UU.), la respuesta de algunos tipos de lechos de vegetación acuática sumergida podría indicarnos que estos poseen la capacidad de autosostenerse o autorecuperarse si es que son lo suficientemente grandes y fuertes. Los indicadores de calidad como la clorofila a y la turbidez tienden a ser menores en el interior que en el exterior de los lechos de vegetación acuática sumergida. A fines del verano del 2011, cuando tormentas consecutivas golpearon la región de la bahía de Chesapeake, la clorofila a y la turbidez aumentaron al interior de los lechos debido a la resuspensión de los sedimentos y se perdieron plantas en los márgenes. No obstante, se preservó la integridad del interior del lecho y, poco después de las tormentas, la clorofila a y la turbidez disminuyeron, una vez más. En la marea menguante, esta agua clara parecía “extenderse” a las áreas, inmediatamente, adyacentes, mejorando las condiciones para el crecimiento adicional de plantas en los márgenes del lecho. Entre el 2012, 2013 y 2014, la producción de plantas aumentó, paralelamente, con una mejor calidad del agua. Estos mecanismos de retroalimentación positiva no sólo evitaron que los lechos fuesen destruidos por las tormentas, sino que contribuyeron con su recuperación. Los autores advierten que los lechos más grandes de vegetación, generalmente, mostrarán una mayor resiliencia ante los eventos de tormentas debido a que su núcleo interno se encuentra protegido, permitiendo que el mecanismo atenuante del flujo empiece a hacer efecto durante y después de la tormenta. Fuente: Gurbisz, C., W. M. Kemp, L. P. Sanford y R. J. Orth. 2016. Mechanisms of storm-related loss and resilience in a large submersed plant bed (Mecanismos de pérdida relacionados con la tormenta y resiliencia en un lecho grande de vegetación sumergida). Estuaries and Coasts (febrero de 2016). DOI: 10.1007/s12237-016-0074-4. Perturbación de los Crustáceos Los impactos del derrame de petróleo de la plataforma Deepwater Horizon en los cangrejos violinistas de las marismas podrían perdurar En abril del 2010, el mundo observó con horror como la plataforma petrolífera Deep Water Horizon vertía alarmantes cantidades de petróleo en las profundidades del Golfo de México. Este derrame fue el más grande ocurrido en aguas de los Estados Unidos, que, finalmente, descargó más de tres millones de barriles de petróleo crudo en el golfo y cubrió de petróleo más de 1.700 km de costa. Ahora bien, aunque el efecto del derrame de petróleo en la vegetación de la marisma se ha documentado bastante bien, no ocurrió lo mismo con los macroinvertebrados de la marisma, los cuales no recibieron mucha atención a pesar del importante papel que cumplen en los ecosistemas costeros. Cabe destacar que los cangrejos violinistas merecen especial atención dado que cumplen tanto la función de ingenieros de ecosistemas como de presas para una diversidad de especies. Un reciente meta-análisis de estudios, posteriores al derrame de petróleo, sobre los cangrejos violinistas, realizado en el golfo, haciendo uso de la información tanto de fuentes publicadas como de la Evaluación de Daños a los Recursos Naturales (NRDA, por sus siglas en inglés), reveló que el derrame de petróleo parece haber tenido un efecto negativo, incluso, años después de que el petróleo dejó de fluir hacia el Golfo. En este estudio, se examinó tres indicadores en los lugares con y sin presencia de derrame de petróleo: la densidad de madrigueras (un indicador proxy de la abundancia de cangrejos), el diámetro de madrigueras (tamaño del cangrejo) y la composición de las especies de cangrejo. En estos tres indicadores, se observó un efecto negativo del derrame de petróleo, aunque el tiempo y la magnitud de los efectos no varió. La densidad de madrigueras del cangrejo disminuyó en algunos de los lugares, con presencia de derrame de petróleo, por un periodo de cuatro años, después del derrame. Asimismo, los diámetros de madrigueras se redujeron, al inicio, pero después de dos años, en todos los lugares, recuperaron los tamaños que tenían antes del derrame. La composición de las especies del cangrejo violinista varió: en los lugares con presencia de derrame, se observó una mayor proporción de la especie Uca Spinicarpa, que, generalmente, se encuentra en áreas de escasa vegetación, en comparación con la especie U. Longisignalis, normalmente, más abundante. Esta variación persistió, como mínimo, durante el 2013 y sólo regresó a las condiciones de referencia en los lugares donde la vegetación de la marisma se recuperó (en un caso, mediante la plantación de restauración) Estudios como este constituyen un buen aviso de que los efectos del derrame de petróleo pueden perdurar mucho tiempo después de que las cámaras de televisión se hayan ido; las aves cubiertas de petróleo ya hayan desaparecido, y ya no exista más petróleo visible en la costa. Fuente: Zengel, S., S. C. Pennings, B. Silliman, C. Montague, J. Weaver, D. R. Deis, M. O. Krasnec, N. Rutherford y Z. Nixon. 2016. Deepwater Horizon oil spill impacts on salt marsh fiddler crabs (Uca spp.) (Impactos del derrame de petróleo de la plataforma Deep Water Horizon en los cangrejos violinistas de la marisma salina (especies del género Uca). Estuaries and Coasts (febrero de 2016). DOI: 10.1007/s12237-016-0072-6. Explorando las Profundidades de un Sumidero de Carbono ¿Acaso la fertilización puede afectar la capacidad de los lechos de pastos marinos para secuestrar o almacenar carbono? Con la finalidad de comprender y, posiblemente, mitigar el cambio climático global, necesitamos comprender las dinámicas del carbono orgánico, ¿de dónde proviene?, ¿a dónde va?, ¿en qué lugar tiene tendencia a almacenarse?, son algunas de las interrogantes. Un lugar importante en el que ocurre el secuestro o almacenamiento de carbono es en los lechos de pastos marinos, especialmente, en el suelo en el que crecen las plantas. Un reciente estudio de los lechos de pastos marinos, realizado en el centro-este de la bahía de Florida, se sirvió de un experimento accidental para estudiar el impacto del enriquecimiento de nutrientes en el almacenamiento de carbono, que ocurre en los suelos debajo de los lechos de vegetación. Como parte de un proyecto no relacionado, a largo plazo, se colocó alcándaras o perchas para aves, en algunos de los lugares, dando como resultado la fertilización considerable de dichos lugares por los excrementos de las aves. En este estudio, los investigadores estudiaron si es que el enriquecimiento de nutrientes, así como la biomasa y composición de las especies de pastos marinos influyeron en el almacenamiento de carbono en los suelos. A pesar de las grandes diferencias existentes en la disponibilidad de nutrientes, la producción primaria neta (PPN) y la estructura de la comunidad de pastos marinos entre los lugares fertilizados y de control, no hubo diferencia en lo referente al almacenamiento de carbono en los primeros 15 cm de suelo subyacente. Este hallazgo, algo sorprendente, se atribuyó al hecho de que el ambiente de alto flujo, en el cual estaban situados todos los lechos, no permitió mucha sedimentación, en absoluto y, entonces, las diferencias con respecto al almacenamiento de carbono en el suelo fueron, en efecto, eliminadas. Los resultados se resumen, muy bien, en el título del artículo “La fertilización modifica la estructura de la comunidad de pastos marinos, más no el almacenamiento de carbono azul”, y sugiere el importante papel que cumplen los factores ambientales locales en la dinámica de almacenamiento del carbono. Fuente: Howard, J. L., A. Perez, C. Lopes y J. W. Fourqurean. 2016. Fertilization changes seagrass community structure but not blue carbon storage: results from a 30-year field experiment (La fertilización modifica la estructura de la comunidad de pastos marinos, más no el almacenamiento del carbono azul: resultados de un experimento de campo de 30 años). Estuaries and Coasts (marzo de 2016). DOI: 10.1007/s12237-016-0085-1. Estudio muestra altos índices de pérdida de marismas costeras en Nueva Inglaterra, con mayores probabilidades Las marismas mareales constituyen excelentes líneas de defensa natural contra el aumento del nivel del mar, pero son, a la vez, muy vulnerables a sus efectos. Por lo general, a medida que el nivel del mar aumenta, las marismas sufren inundaciones, especialmente, cuando no tienen lugar tierra adentro hacia donde puedan migrar. En la región de Nueva Inglaterra (EE.UU), donde la pérdida de marismas ha sido significativa, durante las últimas décadas, los científicos y encargados de la gestión costera tienen interés en determinar las causas de dicha pérdida con el fin de planificar y, posiblemente, evitar futuras pérdidas. Un reciente estudio sobre las marismas mareales en el estado de Rhode Island (EE.UU.), relacionó la pérdida de marismas con el aumento del nivel del mar y exploró futuros escenarios de probable pérdida. En este estudio, los investigadores, mediante el uso de Imágenes aéreas y satelitales (históricas y modernas), hallaron que los índices de pérdida de las marismas, en el estado de Rhode Island, durante los últimos 40 años, han oscilado entre <2% y >40%. Entre los mecanismos de pérdida de las marismas se incluyen la erosión de la línea de costa y el retroceso o migración hacia tierra de las marismas salinas, el ensanchamiento de los canales de marea, el aumento de las charcas interiores de las marismas y el ensanchamiento de un pequeño entrante costero, entre otros. En este estudio, que hizo uso de experimentos en mesocosmos, también se halló que una mayor inundación conlleva a una menor productividad de las plantas, lo cual sugiere que el aumento del nivel del mar desestabiliza estas marismas, limitando la productividad de plantas por encima y por debajo del suelo, así como la formación de turba. Estos resultados, junto con las proyecciones del aumento del nivel del mar en el futuro, sugieren que las marismas de la región de Nueva Inglaterra son más vulnerables ante el aumento del nivel del mar, de lo que se pensaba. Los autores también señalan que el paradigma dominante de la respuesta de la marisma ante el aumento del nivel del mar – que las marismas puedan ir a la par con el aumento del nivel del mar si la inmersión de la zona costera iguala o es superada por el depósito de sedimentos – podría no sostenerse aquí. En su lugar, la repentina inundación ocasionada por las tormentas, la presencia de erosión en los canales de marea o de brechas en la barrera pueden conllevar a la inundación de las marismas. Un “salvavidas”, que se sugiere, en el caso de la inundación de las marismas podría ser la implementación de programas rigurosos de teledetección con el fin de detectar los cambios localizados e impulsar estrategias de conservación. Fuente: Watson, E. B., C. Wigand, E. W. Davey, H. M. Andrews, J. Bishop y K. B. Raposa. 2016. Wetland loss patterns and inundation-productivity relationships prognosticate widespread salt marsh loss for Southern New England (Los patrones de pérdida de las marismas y las relaciones entre la inundación y la productividad predicen la pérdida de áreas extensas de marismas salinas en el sur de Nueva Inglaterra). Estuaries and Coasts (febrero de 2016). DOI: 10.1007/s12237-016-0069-1.
|