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Coastal & Estuarine Science News (CESN)

Coastal & Estuarine Science News (CESN) es una publicación electrónica gratuita, que brinda resúmenes breves de artículos seleccionados de la publicación científica Estuaries & Coasts, que hace énfasis en las aplicaciones de gestión de los hallazgos científicos.

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2013 Octubre (Español)

Contents

Choque Cultural: Incorporando la Modelización Cultural en el Proceso de Toma de Decisiones en la Bahía de Chesapeake
¿Aguas que No Son lo Suficientemente Turbias? La disminución de los Sedimentos y el Aumento del Nivel del Mar Podrían Inundar Algunos Humedales Mareales
¿Cuánto Cuesta Mantener Saludable el Ecosistema de la Bahía de Tampa? Millones al Año o Más, Refiere Estudio
¿Qué Cantidad de Clorofila-a se Considera Demasiado Alta? Estudio de la Bahía de Chesapeake Sugiere Algunas Pautas


Choque Cultural: Incorporando la Modelización Cultural en el Proceso de Toma de Decisiones en la Bahía de Chesapeake

El Sistema de Modelos por Computadora de la Bahía de Chesapeake (CBMS, por sus siglas en inglés) es una red masiva de modelos numéricos, que fue creada y mejorada en las últimas tres décadas. Hasta hace poco, los responsables del manejo costero y los encargados de elaborar las políticas la usaron para guiar los esfuerzos voluntarios conducentes a reducir las cargas de nutrientes y de sedimento en la bahía  con el objetivo de reducir la eutrofización y sus impactos ecológicos. Sin embargo, actualmente, el modelo viene siendo usado para establecer las Cargas Diarias Máximas Totales, así como para guiar y evaluar la implementación de los Watershed Implementation Plans (Planes de Implementación del Manejo  de las Cuencas) a nivel estatal y de condados. Estas iniciativas no serán voluntarias. Por consiguiente, en la actualidad, los actores interesados están cuestionando la validez del modelo, examinando y criticando el modelo y sus proyecciones, en forma más abierta que antes. Un reciente cuestionamiento legal, incluyendo una propuesta para usar un modelo alternativo desarrollado por los contratistas del Agriculture Nutrient Policy Council (Consejo de Política sobre Nutrientes de la Agricultura), un grupo de interés industrial, ejemplifica la controversia que existe sobre el uso del modelo y sus resultados.

Un grupo de científicos sociales, en un trabajo conjunto con científicos naturales, examinaron el  Sistema de Modelos por Computadora de la Bahía de Chesapeake y la controversia que existe en torno a sus aplicaciones actuales. En un reciente artículo publicado en Estuaries and Coasts, proponen dos enfoques de las ciencias sociales, la investigación sobre los modelos culturales y los estudios sobre ciencia y tecnología, los cuales podrían ayudar en las discusiones sobre los modelos.

Los modelos culturales estudian la compleja interacción de las actitudes, creencias, valores y formas de comprensión de los grupos de actores interesados con el objetivo de mejorar la comprensión de los valores culturales en conflicto, fomentando la colaboración y aprendizaje del grupo. Por su parte, los estudios sobre ciencia y tecnología buscan comprender los contextos sociales, históricos, políticos y culturales del conocimiento y la investigación científica.

Los autores abogan por el uso de estos dos enfoques para facilitar la participación de los actores interesados; desarrollar campañas de difusión efectivas y, finalmente, para ayudar a comprender y apoyar el Sistema de Modelos por Computadora de la Bahía de Chesapeake. Asimismo, observan que la integración de la ciencia social en los esfuerzos de modelización y manejo será más efectiva si se realiza con la mayor rapidez posible en el proceso.

Fuente: Paolisso, M., J. Trombley, R. R. Hood y K. G. Sellner. 2013. Environmental models and public stakeholders in the Chesapeake Bay watershed (Modelos Ambientales y actores públicos en la cuenca de la Bahía de Chesapeake). Estuaries and Coasts 36 (junio del 2013). DOI: 10.1007/s12237-013-9650-z.


 ¿Aguas que No Son lo Suficientemente Turbias? La disminución de los Sedimentos y el Aumento del Nivel del Mar Podrían Inundar Algunos Humedales Mareales

A pesar de que los humedales mareales gozan de la protección estatal y federal desde la práctica del relleno y el drenaje indiscriminado que se efectuó hace décadas, estos importantes ecosistemas aún no están seguros. Uno de los desafíos para la conservación de los humedales es la inundación debido al aumento del nivel del mar. Si las aportaciones de sedimentos en suspensión a las marismas mareales no son suficientes como para que estas puedan mantenerse al ritmo del nivel del mar, las marismas se inundarán en el lugar. La aportación de sedimentos, especialmente de la cuenca, es un factor clave en este acto de equilibrio. Sin embargo, cabría preguntarse ¿acaso una cantidad suficiente de sedimentos llega a la costa para sostener estos hábitats?

Un reciente estudio abordó esta pregunta a gran escala. El autor de este estudio obtuvo más de 20 años de mediciones de los sedimentos en suspensión de las estaciones del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) en 61 cuencas de las costas del este y del Golfo de México. El autor examinó esta información, conjuntamente con la información sobre el nivel de descarga del rio, el uso de los suelos, la densidad de la población humana y la presencia de diques y reservorios con el fin de determinar el riesgo de inundación de los humedales en cada uno de los sistemas. Se halló que las concentraciones  de sedimentos en suspensión disminuyeron con el tiempo en 25 de las 61 cuencas estudiadas; mientras que aumentaron solo en 4. Asimismo, de los parámetros estudiados, incluyendo los cambios en el uso agrícola de los suelos, sólo la presencia de diques y reservorios se encontraba significativamente correlacionada con esta disminución.

El autor determinó que las marismas de las regiones del Mississippi y la región occidental del Golfo de México son cada vez más vulnerables a la pérdida de los humedales debido a la combinación de menores concentraciones de sedimentos y altos índices de aumento del nivel del mar. El aumento del nivel del mar a lo largo de la costa del Atlántico  medio hace que esa región también sea vulnerable. Por su parte el estado de Florida y la zona este del Golfo de México son menos vulnerables debido  a pequeños incrementos en la disponibilidad de sedimentos e índices más bajos de aumento del nivel del mar.

Igualmente, el autor señala que, a lo largo de la historia, las influencias antropogénicas en estos ecosistemas podrían, en forma paradójica, haber creado efectivamente muchos de los humedales que ahora son objeto de inundaciones y pérdidas. La deforestación, a gran escala, que se practicó en los siglos XVIII y XIX con el fin de producir suelos agrícolas, aumentó la aportación de sedimentos a algunas zonas costeras. Por consiguiente, es posible que en el futuro la pérdida de estos humedales sea, en gran medida, inevitable.

Fuente: Weston, N. B. 2013. Declining sediments and rising seas: An unfortunate convergence for tidal wetlands (Disminución de sedimentos y aumento del nivel del mar: Una desafortunada convergencia para los humedales mareales). Estuaries and Coasts 36 (julio del 2013). DOI: 10.1007/s12237-013-9654-8.


 ¿Cuánto Cuesta Mantener Saludable el Ecosistema de la Bahía de Tampa? Millones al Año o Más, Refiere Estudio

Si bien la restauración ecológica es una labor costosa, también equivale a “preservar a la gallina de los huevos de oro”. Ahora bien, dado que los seres humanos obtienen muchos beneficios, hablando en términos económicos, de los ecosistemas productivos y saludables, las ganancias que se obtienen de esta inversión pueden hacer que valga la pena, al igual que lo fue un tema de investigación interesante en la intersección de la ecología y la economía en los últimos 15 años.

Un reciente análisis sobre el valor económico de los proyectos de restauración de éxito en la Bahía de Tampa estimó que los hábitats (marismas, lechos de praderas marinas y bosques de manglar) que fueron objeto de esfuerzos de restauración produjeron “bienes de los ecosistemas” con beneficios, cuyo valor fue de más de $365 millones en el periodo comprendido entre 1990 y 2008. Los bienes de los ecosistemas son productos tangibles de la naturaleza directamente aprovechables para el uso o consumo con el fin de producir bienestar humano, tales como el aire y el agua limpios.

Los investigadores estimaron los beneficios económicos provistos por los tres tipos de hábitat a través del secuestro de carbono y la desnitrificación. Los beneficios económicos se calcularon de dos formas: estimando los costos de remplazo de lograr el mismo nivel de calidad de agua si los hábitats no estuvieran presentes (p.e. el costo de una solución de ingeniería como el mejoramiento de una instalación de tratamiento de aguas residuales) y calculando el costo social del carbono, que es un estimado de la monetización de los daños ambientales asociados con el creciente aumento de las emisiones de carbono para un año determinado. Usando valores económicos tradicionales por los beneficios que los ecosistemas proveen, el valor conjunto de la eliminación del carbono y el nitrógeno aumentó en aproximadamente $3 millones al año en el periodo comprendido entre 1990 y 2010. Ahora bien, cuando los objetivos de restauración se hayan cumplido en su totalidad, se proyecta que el ahorro anual de costes, que se realizó protegiendo y restaurando estos hábitats, esté entre los $28 millones y los $3 mil millones al año.

Los autores concluyen que el dinero invertido en la restauración de la Bahía de Tampa ciertamente valió la pena. Este análisis puede ampliarse mediante la inclusión de otros beneficios del ecosistema, tales como la producción de peces de captura y la disminución de las marejadas ciclónicas. Además, los futuros análisis económicos se podrían beneficiar del estudio de la demanda espacialmente explicita de los bienes y servicios de un ecosistema determinado.

Fuente: Russell, M. y H. Greening. 2013. Estimating benefits in a recovering estuary: Tampa Bay, FL (Estimando los beneficios de un estuario en recuperación: Bahía de Tampa, Florida). Estuaries and Coasts 36 (agosto del 2013). DOI: 10.1007/s12237-013-9662-8.


 ¿Qué Cantidad de Clorofila-a se Considera Demasiado Alta? Estudio de la Bahía de Chesapeake Sugiere Algunas Pautas

La Clorofila-a es un excelente indicador del enriquecimiento de nutrientes en los ecosistemas costeros (especialmente en aquellos con largos tiempos de residencia relacionados con las tasas de crecimiento del fitoplancton): sirve para integrar las cargas de nutrientes; tiene grandes repercusiones en la función de los ecosistemas y es relativamente fácil de medir. No obstante, muy pocas veces, se han desarrollado criterios numéricos, principalmente, porque las concentraciones de clorofila-a varían mucho según el tamaño del estuario, su tasa de renovación, profundidad y meteorología local, además de otros factores. Probablemente, el mejor ecosistema candidato para proponer criterios numéricos de clorofila-a sea la Bahía de Chesapeake, donde los conjuntos de datos, a largo plazo, pueden contribuir con el desarrollo de criterios. Recientemente, un equipo de investigadores realizó un análisis de este tipo usando la enorme cantidad de información del monitoreo de la Bahía de Chesapeake para desarrollar múltiples líneas de evidencia con el fin de determinar los límites adecuados de clorofila-a.

En primer lugar, los investigadores obtuvieron información de la inmensa base de datos histórica del monitoreo con el fin de determinar los niveles de concentración de clorofila-a en la línea de base, en la década del 60 (reconociendo que en ese tiempo la bahía no se encontraba intacta), durante dos estaciones (invierno y verano), tres condiciones de flujo y tres zonas de salinidad de la bahía. Las medias de este análisis fueron consideradas como el “valor objetivo” para la clorofila-a y se propuso que los valores umbrales del percentil 90 representen los valores “límites de cumplimiento”. Esto dio como resultado valores objetivo de 1.1. a 15 mg/m3, dependiendo de la estación y la zona de salinidad, y valores límites de cumplimiento de 3.3 a 53 mg/m3.

Los autores también examinaron las relaciones estadísticas entre la clorofila-a y los niveles ecológicamente significativos de oxígeno disuelto, transparencia del agua y floraciones algales tóxicas y establecieron valores objetivo y valores límites de cumplimiento similares sugeridos. La variedad de enfoques dio como resultado medias estacionales razonablemente consistentes para los criterios de clorofila-a en todas las zonas de salinidad. Los valores objetivos comprendían de 1.4 a 15 mg/m3 y los valores límites de cumplimiento, de 4.3 a 45 mg/m3. La armonía relativamente buena entre los conjuntos de criterios desarrollados, de forma independiente, sugiere que este enfoque es sólido y puede usarse en otros sistemas similares.

Ahora bien, el hecho de que estos objetivos puedan lograrse constituye ciertamente una pregunta abierta, especialmente, porque existe la probabilidad de que “las líneas de referencia cambiantes” sean un problema para la Bahía de Chesapeake. Sin embargo, los autores sugieren que la observancia de estos criterios numéricos de clorofila hará que la bahía tenga una condición menos deteriorada.

Fuente: Harding, L. W. Jr., R. A. Batiuk, T. R. Fisher, C. L. Gallegos, T. C. Malone, W. D. Miller, M. R. Mulholland, H. W. Paerl, E. S. Perry y P. Tango. 2013. Scientific bases for numerical chlorophyll criteria in Chesapeake Bay (Bases científicas para los criterios numéricos de clorofila en la Bahía de Chesapeake). Estuaries and Coasts 36 (junio del 2013). DOI: 10.1007/s12237-013-9656-6.